Curso Breve: Clínica diferencial de las psicosis

INSTITUTO SIGMUND FREUD
ASOCIACIÓN DE PSICOANÁLISIS DE MISIONES

Curso Breve: Clínica diferencial de las psicosis

Por: Julia Pernía

La siesta del martes nos trajo el inicio del Curso Breve “Clínica Diferencial de las psicosis”, el docente invitado Christian Gómez con los comentarios de Claudia Espínola realizó la apertura bajo el título Introducción a la cuestión de las psicosis: la estructura del fenómeno psicótico, con un auditorio compuesto por profesionales del ámbito de la salud pública, estudiantes de disciplinas afines y practicantes del psicoanálisis.
Mecanismo y fenómeno, dos términos a partir de los cuales Christian Gómez ordena su desarrollo. ¿Por qué hablamos de clínica diferencial? ¿Por qué nos interesa diferenciar una neurosis de una psicosis? Sólo a partir de aislar el mecanismo en juego podremos determinar la naturaleza de los fenómenos que se presentan en un sujeto, y con ello elaborar una hipótesis sobre hacia dónde conducir un tratamiento. En este punto, la hipótesis sobre la estructura permite por ejemplo, en las psicosis localizar las palabras en torno a las cuales se produce el agujero forclusivo.
En el plano del mecanismo, el docente se refiere a que el campo del Otro, para cada uno, está ordenado por un significante, al que Lacan llamó Nombre del Padre, si se admite estamos en el campo de las neurosis, si se rechaza en el campo de las psicosis. Esto implica dos modos de funcionamiento psíquico distintos, como también los fenómenos que se producen: no es lo mismo un sueño que una alucinación, un pensamiento que una voz o que una intuición delirante, un lapsus que un neologismo. Modos distintos en que el inconsciente irrumpe, pero que muestran que tanto neurosis como psicosis son hechos de lenguaje y de respuestas a la castración. Esto, señala Christian Gómez, ya lo mostraba Sigmund Freud al intentar, cuando lee las Memorias de un enfermo nervioso de Paul Schreber, aislar una gramática que le permita localizar el delirio.
En ese punto, el docente enseña que el delirio, lejos de ser deficitario, es una interpretación sobre los fenómenos de lenguaje que se presentan de modo invasivo y sin regulación fálica. Modo de curación, de solución, que el propio lenguaje produce en el sujeto. En ese punto se refiere al artículo “El lenguaje conector: curarse de las psicosis” de Enrique Acuña, del libro Curarse del lenguaje – Locuras y psicosis-, para mostrar cómo en la estructura del desencadenamiento podemos hallar la solución delirante. Uno por uno el analista puede ser testigo y alojar que un sujeto produzca su metáfora delirante.
¿Cómo pensar la cuestión de la psicosis en la época del auge de los criterios estadísticos y de evaluación? ¿Qué lugar para un tratamiento posible en un contexto de homogenización y medicalización? Preguntas que, sin dudas, muestran tensiones irreductibles, pero que permiten localizar al menos dos cuestiones: la psicosis sigue siendo un tema no resuelto y su tratamiento será a verificar en la temporalidad de una experiencia. Christian Gómez señala que se trata, en estos tiempos neoliberales, de dar: “el tempo de cada uno para que logre una solución al desencadenamiento de la psicosis”.


(*)  Referencias citadas por el docente:
 Freud, Sigmund. “Puntualizaciones psicoanalíticas sobre un caso de paranoia (Dementia paranoide) descrito autobiográficamente”. Amorrortu, Tomo XII. Buenos Aires, 1989.
Freud, Sigmund. El hombre de los lobos.
Lacan, Jacques. El Seminario, Libro III Las psicosis. Paidós. Buenos Aires, 1989.
Lacan, Jacques. “De una cuestión preliminar a todo tratamiento de la psicosis”. Escritos 2, Siglo XXI, Buenos Aires, 1987.
Acuña, Enrique (Compilador). Curarse del lenguaje -locuras y psicosis-. El ruiseñor del Plata, 2016.

Bibliografía disponible en la Biblioteca Oscar Masotta del Instituto Sigmund Freud. Bermúdez 2716, Posadas -Misiones. Tel. Posadas: (0376) 4423040

INSTITUTO SIGMUND FREUD
ASOCIACIÓN DE PSICOANÁLISIS DE MISIONES

Curso Breve: Clínica diferencial de las psicosis

2º clase: Esquizofrenia, paranoia e inclasificables

Docente: Claudia Espínola
Reseña: Christian Gómez

El día martes 25 de junio se llevó a cabo la segunda clase del curso breve Clínica diferencial de las psicosis, a cargo de Claudia Espínola.
La docente comenzó su exposición planteando que los tres términos del título ponen en juego el problema de las clasificaciones en psicoanálisis. Si el par esquizofrenia-paranoia pueden ubicarse como respuestas particulares al universal de la castración, el término inclasificables responde por un lado a aquello que cae del paradigma en que se incluye como caso-singular y por otro al debate en torno a la distinción entre neurosis y psicosis ante el continuum que sugieren los llamados casos borderline o límites.
En la psicosis se trata, entonces, del rechazo de un significante primordial, dice Lacan en el seminario de referencia del curso (Las psicosis, años 55-56). Claudia Espínola señala como va elaborando el mecanismo de la forclusión y su diferencia con la represión a partir de situar el retorno de lo forcluído en lo real y el retorno de lo reprimido en lo simbólico.
Sigue los pasos a partir de los cuales Freud fue ubicando las psicosis dentro de su nosografía, aunque no logró distinguir de manera clara la distinción con las neurosis. Así, en 1894 la confusión alucinatoria forma parte de las neuropsicosis de defensa, más adelante formará parte del grupo de las neurosis narcisistas en oposición a las neurosis de transferencia y, finalmente, Freud distinguirá las psicosis según el modo de restitución de la realidad (Neurosis y psicosis, La pérdida de la realidad en la neurosis y la psicosis).
Resulta importante destacar el detenimiento en el encuentro de Freud con el texto de Daniel Paul Schreber -que la docente comentará a partir de lo que Freud distingue como mecanismo paranoico- en el contexto del debate que mantiene con Carl Gustav Jung en torno a la teoría de la libido y su especificidad sexual, es decir que está en juego para Freud la tesis fundamental a partir de la cual inventa el psicoanálisis: la etiología sexual.
Otro punto donde la clase alcanza un gusto por cernir la discusión llevada a cabo por Freud surge del recurso al término parafrenia, que Freud prefiere ante la elaboración, que le era contemporánea, de la esquizofrenia por Eugene Bleuler.
Así, para Freud en Schreber se trata del desencadenamiento a partir de la irrupción de un goce deslocalizado hasta su solución a partir de un delirio paranoide del cual da testimonio.
Para Lacan, será en torno al “desarrollo insidioso” de kraepelin que va a situar, al contrario, el corte disruptivo que supone la entrada a la psicosis de Schreber. Sin embargo, destaca Claudia Espínola, es a partir de un detalle del historial clínico del Hombre de los lobos que ubica la diferencia entre el par admisión (condición de la represión)-rechazo (forclusión).
¿Por qué podemos leer ese historial a partir de la idea de que hay lo inclasificable? Es preciso, señala, detenerse en la idea freudiana según la cual coexisten ambas (admisión-rechazo) respecto de la castración, pero sin que una respuesta cancele (aufhebung, dialéctica) la otra, incluyéndose un tercer momento donde se trata de la desmentida.
Sobre el final de la clase, la docente introduce la elaboración efectuada por Lacan del Nombre del Padre, significante que, al ser llamado en oposición simbólica a Un padre en lo real, responde un agujero, es decir la falta de un significante primordial. Será por aquí que continuará el curso en la clase siguiente.
En el momento de las preguntas, quienes formamos parte del auditorio propusimos a la docente discutir sobre el uso contemporáneo de las clasificaciones, cuestión que le permitió retomar lo que Enrique Acuña distingue como propio del psicoanálisis: desclasificar, lo que hace posible un destino para lo singular más allá de las clases.


Asociación de Psicoanálisis de Misiones
Instituto Sigmund Freud
Curso breve
Clínica diferencial de las psicosis

Reseña por Lorena Olmedo

El pasado martes 2 de Julio se llevó a cabo la tercera clase del curso breve: Clínica diferencial de la psicosis en el Ministerio de salud pública de la provincia, la clase estuvo a cargo de Julia Pernía y llevó por título “Tratamientos posible en la psicosis”acompañada de los comentarios de quien escribe.
La docente comenzó con un recorrido por  el escrito de Jacques Lacan “De una cuestión preliminar a todo tratamiento posible en la psicosis” donde el autor puntualiza, dos años más tarde del seminario sobre la psicosis de (1956), que la misma muestra la relación estructural al lenguaje en tanto es una respuesta a una pregunta sobre el ¿Quién soy?. Es por esa vía que introduce el desencadenamiento a partir de un operador que es el Nombre del Padre, significante primordial que permite anudar el significante y significado produciendo efectos de significación que permiten habitar el discurso común.
En continuidad la docente realizó una lectura detallada del caso Schreber de Freud a la luz de las puntuaciones de Lacan, ubicando en el caso el desencadenamiento producto de un llamado a responder como sujeto, lo que Lacan llama allí como el encuentro con Un padre, al cual responde un agujero en lo simbólico producto de la Verwerfung (rechazo) de la inscripción de dicho significante.
Tomando el libro de Enrique Acuña “Curarse del lenguaje-locuras y psicosis” Julia, planteó el tratamiento posible a partir de la reconstrucción, vía el delirio, de un sujeto nuevo, mostrando que Schreber con sus memorias construye un alegato que le permite restituir su mundo y salir de la internación. Punto crucial para cernir que en el desencadenamiento de la psicosis se puede ubicar tanto el problema como la solución en tanto que, a la representación de “qué hermosísimo sería ser una mujer en el momento del acoplamiento” le continúa a partir de la invención delirante “siempre  y cuando sea la mujer de Dios” lo cual posibilita la estabilización del goce invasor del que testimonial Schreber a partir de un conector gramatical.
Es así que, el tratamiento posible se plantea a partir de la interpretación singular del sujeto frente al agujero en lo simbólico, produciendo la posibilidad de estabilización del sujeto. 


INSTITUTO SIGMUND FREUD - APM
CURSO BREVE: “Clínica diferencial de las psicosis”

4º Clase: “¿Psicosis ordinarias? Nuevas presentaciones y clasificaciones”

El último martes, 16 de julio, se llevó a cabo en el SUM del Ministerio de Salud Pública la última clase del Curso Breve: “Clínica diferencial de las psicosis” organizado por el Instituto Sigmund Freud (APM). Esta cuarta clase, “¿Psicosis ordinarias? Nuevas presentaciones y clasificaciones”, estuvo a cargo de Lorena Olmedo (Miembro del Instituto Sigmund Freud-APM).
Al inicio de la clase, se pretende mantener la pregunta del título de la misma: ¿psicosis ordinarias?, la cual nos conduce a un problema clasificatorio y de diagnóstico. Para ello, la docente, toma el artículo “Clasificar, diagnosticar, psicoanalizar” de Enrique Acuña publicado en el boletín Nombres del psicoanálisis en movimiento (Nº29, Mayo de 2014), para distinguir que clasificar y diagnosticar no son sinónimos, sino más bien que las clasificaciones plantean un problema epistémico mientras que en el diagnóstico nos referimos a un problema clínico. 
La psicosis ordinaria, término que introduce Jacques-Alain Miller, se constituye como un programa de investigación y una respuesta al contexto de los años `90 en donde Otto Kernberg (psiquiatra austriaco perteneciente a la IPA) construye una categoría que llama “Organización límite de la personalidad”, borderline, la cual pretende ser un equilibrio dinámico entre la neurosis y la psicosis borrando la clínica estructural con el fin de ser incluido como una categoría dentro de los manuales diagnósticos y estadísticos (DSM).  
Es en éste contexto donde se propone a la psicosis ordinaria como un programa de investigación y no como una nueva categoría o estructura clínica.
Poniendo en juego las dos clínicas, tanto discontinuista como continuista, la docente desarrolla el punto en el cual la psicosis ordinaria estaría del lado de una clínica continuista ya que no presenta un desencadenamiento o construcción delirante al modo de lo que Lacan plantea en su escrito “De una cuestión preliminar a todo tratamiento posible de la psicosis”, sino más bien que intenta ubicar cual es el elemento por el cual la psicosis no se desencadeno o bien se ha producido una solución a partir de una suplencia.     
Entonces, con la psicosis ordinarias nos encontramos con una clínica de las soluciones, como el sujeto se las ha arreglado con el goce que le invade, con el agujero en lo simbólico; diferente a la clínica del conflicto que pone en juego la disrupción en la vida de alguien, por ejemplo, el desmembramiento del mundo que menciona Schreber en el desencadenamiento de la psicosis. De modo que la clínica continuista piensa cuales son las soluciones singulares, una solución que permite suplir la falta de la metáfora paterna y la forclusión del significante del Nombre del Padre, es una pragmática que pone en juego un saber hacer en el caso por caso.
El curso breve, en sus diferentes clases, no han tenido la pretensión de concluir con los temas planteados, sino que más bien pusieron en juego una invitación a seguir a partir de las preguntas que fueron quedando en cada una de las clases.

Comentario: Rodrigo Cibils




BIBLIOTECA FREUDIANA OBERÁ SEMINARIO ANUAL – CICLO 2019 “El placer y el mal -el psicoanálisis en la época de los consumos y adicciones-”

INSTITUTO SIGMUND FREUD – APM
BIBLIOTECA FREUDIANA OBERÁ
SEMINARIO ANUAL – CICLO 2019
“El placer y el mal -el psicoanálisis en la época de los consumos y adicciones-”

Comentario: Rodrigo Cibils

El viernes 05 de Abril en la Casa de la Cultura y con la presencia de profesionales de la salud y estudiantes avanzados de diversas disciplinas se dio inicio al Seminario Anual -Ciclo 2019-: “El placer y el mal -el psicoanálisis en la época de los consumos y adicciones-”, de la Biblioteca Freudiana Oberá, Instituto Sigmund Freud-APM. La conferencia de apertura se tituló “¿Hay una clínica analítica de los consumos y adicciones? -el goce paradójico-” y estuvo a cargo de Christian Gómez (Director de Enseñanzas), con los comentarios de Fernando Kluge y Carla Pohl.
El título de la clase refleja una pregunta, si hay una clínica analítica de los consumos y adicciones, y articulado a ésta el goce paradójico que nos lleva a pensar que tanto los consumos y las adicciones plantearían un problema contemporáneo con respecto a lo que es la satisfacción.
Al inicio, el docente invitado pone en juego dos ejes que fue desarrollando durante su intervención. Por un lado, plantea el problema de que el consumo y las adicciones nos introduce en un modo de discurso contemporáneo que es el discurso capitalista; es decir, que el capitalismo se realiza en el consumo del sujeto. Frase equívoca ya que refleja que el sujeto consume lo que el discurso produce, pero también pone en juego que el sujeto se consume, es consumido por lo que éste discurso produce. Para ello, se detiene en un artículo escrito por Enrique Acuña y publicado en la revista Conceptual -estudios de psicoanálisis-, Nº 17, Editorial El Ruiseñor del Plata, y que tiene por nombre “El capitalismo se realiza en el consumo del sujeto”.
Por otro lado, plantea que el paradigma del objeto que produce el capitalismo es la droga, metáfora de cualquier objeto; para lo cual también tomará como referencia el libro de Giulia Sissa, El placer y el mal -filosofía de la droga-.
El docente invitado planteó en su intervención que los consumos y adicciones están atravesados por el discurso capitalista, en donde el sujeto es consumido por los objetos que éste discurso produce. En estos términos, el discurso capitalista produce objetos, gadgets, ofertados al consumo realizando una promesa de felicidad.
Introduce los cuatro discursos (del Amo, Histérico, Universitario, del Analista) desarrollados por Jacques Lacan, planteando que un discurso es una estructura con cuatro lugares fijos (agente, otro, producción y verdad) y cuatro elementos que varían (S1, S2, Sujeto dividido, objeto “a”). El docente ubica que en el discurso del Amo el objeto está desconectado de la división del sujeto como verdad; hay una causa, y esa causa está como un casillero vacío. Sin embargo, en el discurso capitalista no está en juego el lugar de la verdad, de la verdad como causa. De modo que en el capitalismo el sujeto del inconsciente es rechazado.
En el discurso capitalista el sujeto está desorientado en el lugar del agente, pone a trabajar a un saber (S2), la ciencia, que produce objetos técnicos. Pero no va a poner en juego el lugar de la verdad, sino más bien que vuelve al sujeto “desorientado” el cual consume todo objeto que se le ponga en frente: drogas, gadgets, nombres, sentido, etc.
Es así que genera una promesa de felicidad en tanto no está en juego la verdad, en donde no hay una pregunta por la causa. Dicha promesa fracasa, la estructura falla, el capitalismo estalla, produciéndose cortes en donde está la posibilidad del psicoanálisis en tanto allí se trata del sujeto frente a la angustia como causa de deseo.
Tomando el libro antes mencionado de Giulia Sissa, el docente introduce las paradojas de la satisfacción planteando el placer negativo, poniendo en juego la experiencia de lo lleno y lo vacío, de lo insaciable. Para la filosofía clásica la invariante antropológica del humano es que desea, y que desea sin límite, es insaciable en tanto funciona como un circuito.
Esto enseña que la estructura del deseo circula, no se llena. No se trata de llenar sino más bien de que circule, cuando creo que lo lleno, sin embargo está más vacío. Cuestión que refleja la paradoja del goce en cuanto tal, y en relación con el objeto droga.
Al finalizar la conferencia de apertura las conversaciones con el auditorio siguieron los ejes planteados por el docente.

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SEMINARIO ANUAL – CICLO 2019
“El placer y el mal -el psicoanálisis en la época de los consumos y adicciones-”

Reseña: Lorena Olmedo.

El pasado viernes 10 de Mayo, bajo el título “La pulsión: placer negativo y deseo insaciable” Carla Pohl desarrolló la segunda clase del seminario anual “El placer y el mal –el psicoanálisis en la época del consumo y las adicciones”.
A modo de comentario inicial, quien escribe puntualizó lo trabajado en la clase de apertura del seminario, llevada a cabo por Christian Gómez, haciendo hincapié en una pregunta: ¿Por qué los consumos y las adicciones son en la época un asunto de salud pública, es decir que ponen en juego el bien común? El discurso actual lleva en sí una exigencia al modo de un imperativo montado sobre la idea de lo “ilimitado”, de que todo es posible, una promesa de felicidad asegurada a partir de los objetos que ese discurso produce, pretendiendo suturar así la falta necesaria para poner en marcha el deseo. Sin embargo, el psicoanálisis ubica que el discurso es fallido, ya que produce la experiencia en los sujetos de la angustia que marca la respuesta subjetiva frente a la pretensión de obturar dicha falta. Entonces es por los síntomas actuales: autoexigencias, depresiones, etc. que el psicoanálisis puede intervenir en los debates actuales.
Luego de ello, la docente comenzó la clase diferenciando los términos: pulsión- placer y deseo en la obra de Freud y Lacan, para luego despejar a partir de la lectura de la filósofa Giulia Sissa en su libro “El placer y el mal-filosofía de la droga” qué quiere decir que el placer es negativo.
Para ello la docente se refirió al término pulsión como lo opuesto al instinto tomando la referencia a “Tres ensayos de teoría sexual” de Sigmund Freud, donde éste diferencia a dichos términos a partir de marcar que la pulsión es una fuerza en constante fluir, es el deslinde entre lo anímico y lo somático, es una demanda pulsional de la cual el sujeto no logra huir ya que  proviene de estímulos internos. Por su parte Oscar Masotta en “Lecciones de introducción al psicoanálisis”, siguiendo a Freud, puntualiza que la pulsión a diferencia de los instintos,no tiene un objeto al cual se dirija de manera predeterminada.
Continuando con la clase, Carla Pohl tomó la referencia freudiana a “Más allá del principio del placer” para mostrar que el placer es paradójico, en tanto Freud advierte que en los relatos de sus pacientes lo que retorna no es el placer sino el displacer, claro ejemplo de ello son los sueños de guerra en donde se repite una situación que fue displacentera, es allí que Freud comienza a elaborar que el psiquismo no está regido por el principio del placer que tendería a la disminución de tensión, sino que en el psiquismo lo que se experimenta es una satisfacción paradójica en el displacer, es decir que aquello que aparece en el yo como displacentero, causando un sufrimiento, en otro lugar, en el inconsciente,es una satisfacción que en términos de Lacan es el goce, pulsión de muerte más libido.
A partir de ello y tomando la lectura del libro de Giulia Sissa, la docente ubicó que el placer negativo que la autora desarrolla en su libro respecto a la experiencia con la droga, es cuando el consumo del objeto genera un circuito en donde ubica: un punto cero, donde se experimenta el vacío, la falta y un punto máximo donde habría la experiencia de la plenitud del placer, experiencia de un goce puro, pero en el medio hay un punto neutro de dolor. Es decir, el encuentro con el objeto droga es un encuentro contingente, azaroso, pero que luego se vuelve una cita, al decir de Giulia Sissa, quien ubica que el drogadicto experimenta en el consumo del objeto un placer negativo en tanto se comienza por un consumo que genera una satisfacción que se asemeja a la plenitud o la felicidad, pero que con el circuito antes explicado, esa experiencia comienza a hacerse necesaria no para experimentar la plenitud sino para no sentir dolor.
La docente continuó desarrollando el deseo insaciable a partir de la lectura del seminario V de Jacques Lacan, donde puntualizó que el deseo resguarda la falta, lo que quiere decir que la posibilidad de desear hace que alguien no colme la falta y por lo tanto siempre este en la búsqueda, lo cual motoriza una vida. Mientras que cuando se intenta taponar esa falta lo que se experimenta es angustia. Respecto al consumo de drogas, la paradoja del placer negativo genera que cuanto más consume, más rápido se vacía y por lo tanto experimenta dolor, sufrimiento y ello produce un consumo cada vez mayor, lo que lleva a una necesidad, ya que se intenta taponar la falta a partir del consumo de dicho objeto.
En la conversación con el público presente, debatimos sobre los modos actuales de abordaje de las adicciones, donde las prácticas actuales ignoran la pulsión y sus paradojas.Por lo tanto producen técnicas que buscan la sustitución del objeto “droga” sin contemplar que el circuito pulsional sigue funcionando más allá del objeto en sí, es decir, es una sustitución de un elemento por otro. Es la lectura del psicoanálisis la que permite aislar que el consumo y las adicciones conectan con un discurso que determina los modos de vida actuales y el goce particular de cada quien, pero que ello no esta desconectado de las palabras que habitan una vida.

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“El placer y el mal -el psicoanálisis en la época de los consumos y adicciones-”

Tercera Clase: “La pulsión y los límites de la educación”
Docente Invitado: Hugo Espínola (APPA ARANDÚ – RED AAPP).

Comentario: Fernando Kluge

“Movimiento libidinal en red” y “hacer frente a los discursos que intentan borrar al psicoanálisis o regularlo desde el estado” fueron expresiones políticas con las que Hugo Espínola (presidente de A.P.P Arandú de Paraguay) respectivamente enmarcó su pertenencia a la Red A.A.P.P. y la Federación Psicoanalítica de Paraguay. Tras ello, en esta tercera clase del seminario en la BFO, preguntó a modo de introducción si la educación -que trata de formar ciudadanos serviles a los discursos de época en tanto “útiles”- logra domesticar la pulsión. Dio paso así a la proyección de varios fragmentos del film “Conducta” (Cuba, 2014, dirigida por Ernesto Daranas), en la que una docente pelea contra el sistema educativo que intenta trasladar a un alumno a un internado, por su mala conducta y el hecho de tener que encargarse de una madre alcohólica.
Hugo Espínola destacó dos aspectos en relación a la película: el intento de domesticar al niño colocándolo bajo un velo de “normalidad” y el inevitable retorno de la pulsión que se intenta reprimir. De esta manera ubicó la primera diferenciación freudiana entre pulsiones sexuales y de auto conservación, que junto al esquema del aparato psíquico permiten entender que en el encuentro entre la boca y el pecho el niño pierde su animalidad, entra el instinto en el psiquismo dejando huellas representativas. El instinto pasa a ser pulsión y se buscará cargar de nuevo esa huella de satisfacción en un intento de repetición fallida que llevará incluso a la satisfacción alucinatoria, dejando siempre una diferencia entre satisfacción hallada y pretendida. Con la discriminación entre pulsión y deseo se entiende el intento de la educación de sofocar el goce pulsional, en tanto éste siempre retorna sobre su fuente más allá de las utilidades sociales (el deseo, en cambio, va hacia delante como desplazamiento de una falta). Habrá siempre una batalla entre pulsión y cultura, ya que con el esquema desarrollado queda claro que las funciones vitales se han sexualizado.
El docente también rescató la figura de Ramón Indalecio Cardozo, educador paraguayo que en 1920 sugería la lectura de Freud a los maestros como un modo de entender la niñez de manera amplia.
Finalizó su desarrollo preguntándose qué hace el psicoanálisis con la pulsión en la época del capitalismo promotor del derribo de todas las imposibilidades (incluida la de gozar del todo). Así destacó que en un análisis se trata de interrogar el síntoma, haciendo hablar al sujeto del inconsciente en la asociación libre. Con el esquema de formación de síntomas a partir del destino de afectos demostró cómo en un análisis se recorre el camino inverso: del síntoma, a través del afecto, hacia el elemento indecible del objeto de la pulsión.
Como broche a la actividad se dio espacio al diálogo con el público asistente retomando tanto el film proyectado como las elaboraciones del docente invitado de la Red A.A.P.P.

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SEMINARIO ANUAL – CICLO 2019
“El placer y el mal -el psicoanálisis en la época de los consumos y adicciones-”

Comentario: Claudia Espínola

En la Casa de la Cultura de la ciudad de Oberá, el viernes 02 de Agosto continuó el Seminario Anual “El placer y el mal -el psicoanálisis en la época de los consumos y adicciones-”, en la que Fernando Kluge llevó adelante la cuarta clase, con el título: “Del objeto perdido”. 
Para tratar el tema se refirió al problema de la realidad, tomando en primer lugar los textos de Freud “Los dos principios del funcionamiento mental” (1911) y “Neurosis y psicosis” (1924) ubicando la cuestión del placer y la realidad exterior, haciendo hincapié en que en la neurosis hay un apartamiento de ciertos fragmentos de la realidad.  Freud verifica que la satisfacción alucinatoria fracasa, no es posible descargar la tensión, requiere lidiar con la realidad. Y explicó que es imposible lograr una inmediatez en la descarga de la tensión, requiere un aplazamiento que permite el pensamiento.  
Diferenció dos momentos en la teoría freudiana en relación a su teoría de las pulsiones, subrayando que encuentra dificultades para sostener el principio del placer. En “Más allá del principio del placer” (1920) Freud conecta el principio de placer con el principio de constancia de Fechner y dice que hay procesos psíquicos que no conducen a una descarga rápida. Si hay una tendencia a volver a un estado previo, la descarga de las tensiones es la muerte: un organismo que no se inquieta. En “El problema económico del masoquismo” Freud muestra que no se puede relacionar placer y descarga; y que el dolor y el displacer pueden ser fines en sí mismos. Hay una coexistencia entre el principio del placer, el principio de nirvana, y la realidad. Plantea una mezcla y desmezcla de pulsiones. 
Por otro lado se refirió a la consideración freudiana del tóxico, por el lado de las dificultades de la satisfacción -por exceso o falta de descarga de las tensiones. En una carta a Wilhelm Fliess (1879) dice que la adicción primordial es la masturbación -compuesta por una acción mecánica y una fantasía. Fernando Kluge señaló aquí que la adicción -en cuanto acción mecánica-  está señalando un intento de lidiar con la pulsión sin apelar al rodeo por la realidad, que es de lenguaje (Otro), lo cual sería lo tóxico.
Orientado por Las paradojas del objeto en psicoanálisis (Acuña, Enrique. Compilador), Kluge destacó que en el rodeo por la realidad hay una diferencia entre lo hallado (objekt) y lo que esperaba (die sache). Entre ellos hay un resto, la cosa (das ding). 
Tomó asimismo el Seminario La angustia de Jacques Lacan, para explicar que los objetos pulsionales tienen que ver con algo caído, perdido que está en causa.
En 1964 Lacan retoma la pulsión como concepto fundamental, haciendo una lectura del texto freudiano sobre las pulsiones realizando un desmontaje y planteando que se trata de un circuito que contornea el objeto que llama a. El vacío puede ser ocupado por los objetos: pecho, heces (en relación a la demanda), falo, mirada y voz -que no tienen una sustancia física. Lacan plantea que el deseo es la metonimia de la falta en ser, y su causa es el objeto a. 
Haciendo un contrapunto, realizó una lectura del libro de Giulia Sissa en El placer y el mal, Filosofía de la droga, quien toma a Freud acerca del placer nirvana como descarga y agrega el placer “apetitivo”. Muestra que el deseo siempre se renueva, no se cancela, y el placer negativo al que hace referencia la autora, implica una pequeña muerte en tanto adelgaza el deseo. La adicción ilustra una paradoja de lo lleno y lo vacío. Se refiere al pharmakon (remedio/veneno), lo tóxico de la pulsión, y que el placer negativo es aplastante.
El desarrollo permitió la conversación con los asistentes, invitando a continuar el seminario por el lado del “Consumo y vida pulsional”.



Seminario "Lecturas de Freud-Lacan" (*)



Seminario "Lecturas de Freud-Lacan" (*)

Ciclo 2019.

"Angustia y Extimidad"


Clase de Apertura a cargo de Enrique Acuña.



Síntoma y Angustia, Hoy.

Reseña: Carla Pohl.

Los días, viernes 15 y sábado 16 de Marzo, la Asociación de Psicoanálisis de Misiones (A.P.M.) junto con la Red de Asociaciones Analíticas y Publicaciones Periódicas, (AAPP) ha convocado a interesados en la temática del seminario, que transcurrirá durante este año, generando un horizonte de expectativas al hablar de Angustia y Extimidad.

La Apertura del mismo, contó con la intervención de Enrique Acuña. Para dar inicio a la jornada, explicó que el término Extimidad es un neologismo que utiliza Jacques Lacan, para referir que lo más íntimo del sujeto puede volverse extraño. Puntuó del texto “Lo siniestro”-Freud- y El hombre de la arena -E.T.A. Hoffmann-. Un ejemplo literal de cómo lo visto y oído en familiaridad se vuelve extraño, Um-heimilich (que permite múltiples traducciones: no-familiar; ominoso, siniestro) y remite a que el personaje se angustia ante el relato de una pérdida. 

Para plantear el tema que nos ocupa en esta clase, aludió a su artículo “La captación de la angustia por el síntoma” (Resonancia y silencio -psicoanálisis y otras poéticas) con referencias a Freud y Lacan. La angustia, se trata de un afecto, que no engaña cuando cae sobre el cuerpo y remite a la posibilidad de perder algo. En Inhibición, síntoma y angustia Freud dice que la angustia se produce por una situación peligrosa: perder un objeto de amor o una parte del cuerpo propio.

Tomada desde el plano de lo social, la angustia está como "señal" que se vivencia desde el yo, como algo peligroso y proveniente de otro (sería entonces, intersubjetivo). Sin embargo, explicó Enrique Acuña, cuando el psicoanalista solicita que el sujeto hable y dé razones de su angustia, encuentra que la “situación peligrosa”, pertenece al campo del Otro (intra-subjetivo), es decir, solo si alguien hace el recorrido por la red significantes modaliza cuál es el significante clave-llave de su inconsciente para encontrar la causalidad. Para Freud en Inhibición, Síntoma y Angustia es "ante" la situación peligrosa que el análisis conduce por retracción a la causa que está "antes" en la "situación traumática". En la angustia lacaniana se trata de una función: atravesar la angustia para saber algo de lo real en juego.

Decir que la angustia está en la red de significantes, quiere decir que algo de ella siempre se podrá poner en palabras, es así que Enrique Acuña se refirió al curso de Germán García en el año 1999, titulado: La clínica y el lenguaje de las pasiones. 

Con esto, articuló las pasiones, el deseo, la pulsión y la angustia. Explicó que el lenguaje, mediante la retórica y sus figuras, permite modalizar las pasiones (amor-odio-ignorancia) para saber de un deseo inconsciente que se reprime. Brindó al público el ejemplo del "piropo" la seducción retórica que intenta captar el objeto amoroso: quien lo pronuncia pone en juego la pulsión; y de este modo liga, mediante la retórica de las pasiones, el deseo inconsciente con una pulsión (oral, invocante o escópica) y produce un afecto. Pasiones "alegres y tristes" decía Baruch Spinoza.

Ahora bien, la demanda pulsional, no es lo que alguien pide a otro, sino que proviene del inconsciente y exige compulsivamente realizar de manera imperativa, por ejemplo, quien no puede parar de comer, para luego vomitar, es el caso de una bulimia. La demanda divide al sujeto (D^$); si logra articular, la demanda a su retórica, se pregunta: ¿Che vuoi? ¿Qué quiere el Otro? Se angustia, ya que no sabe la respuesta pero es productiva porque su franqueamiento conduce a un objeto como (a); causa atrapada en la fijeza del fantasma según muestra el vector conducente del deseo en el Grafo de Lacan.

Por ello, en un psicoanálisis, deberá hablar de ese afecto, que por excelencia no engaña. Para explicar esto, tomó el seminario 10 La angustia de Jacques Lacan, donde indica la angustia no como una alerta yoica sino como "signo del deseo". La causa, entonces, no será cultural (ambiental) sino Inconsciente.

En su intervención, Enrique Acuña enseñó que a la angustia hay que atravesarla, no intentar eliminar, sino más bien hacer la experiencia de captarla, por la red de significantes con la que disponemos, por la red-tórica, e ir hacia el deseo como lo que permite motorizar una vida pulsional. 

Al día siguiente, se llevó adelante una actividad de enseñanza de los casos, presentados por Julia Pernía y Carla Pohl, comentados por Enrique Acuña. Dicha actividad ha seguido el modelo de clínica comparada, con similitudes y distinciones, tal como propone el nuevo Instituto Sigmund Freud que en ese día se inauguró.- 



(*) -SEMINARIO: LECTURAS DE FREUD-LACAN -Ciclo 2019- Organiza: Asociación de Psicoanálisis de Misiones -APM- y Red de Asociaciones Analíticas y Publicaciones Periódicas -AAPP.-




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Seminario "Lecturas de Freud-Lacan" (*)

Ciclo 2019.

"Angustia y Extimidad"

Segunda Clase


Lo siniestro en Freud.



Docente: Christian Gómez.


Reseña: Aldana Macena


El pasado 26 de abril asistimos a la Alianza Francesa de la Ciudad de Posadas, para presenciar la segunda clase del seminario de la Red de Asociaciones Analíticas y Publicaciones Periódicas (Red AAPP). Bajo el título “Lo siniestro en Freud”, el docente Christian Gómez, el Director de Enseñanzas de la Asociación de Psicoanálisis de Misiones y el Instituto Sigmund Freud, tuvo a su cargo dar continuidad a este Seminario llamado “Angustia y extimidad”.

Como primer punto, el docente retomó un detalle de la primera clase, la cual estuvo a cargo de cargo de Enrique Acuña. Se trata del problema la angustia, tal como lo toma Freud: como señal en el yo que conecta con una situación traumática lógicamente anterior. Esta señal en el yo pone en juego una pérdida que puede ser una parte del cuerpo, o la pérdida del objeto de amor.

En lo que respecta al desarrollo de la clase, Christian Gómez señala lo que dice Jacques Lacan en el Seminario La Angustia, y es que lo que Freud llama unheimlich -lo siniestro- es la vía para abordar la angustia. Lacan indica que Freud se refiere a la angustia como lo que pone en juego algo de la red de significantes, a la ubicación de la angustia articulada a un objeto -el objeto a- que es un resto no especularizable. Freud llega al punto en el que la angustia que es una señal en el yo que no engaña como afecto.

Por otro lado, el docente hace un recorrido para responder qué se trata cuando hablamos de lo siniestro. Para situar esto en primer lugar toma la palabra extimidad, a partir del libro homónimo de Jacques Alain Miller, Curso Extimidad, donde primero sitúa a qué se refiere esa palabra. Miller dice aquí que lo éxtimo es una formulación paradójica, ya que se trata de más interior sin dejar de ser exterior. Es un término que se construye sobre el de intimidad. Indica que lo más íntimo está en el exterior, que es como un cuerpo extraño. Para poder figurarnos esto Lacan recurre a la topología, donde encuentra un soporte para la formulación de la palabra extimidad. La topología estudia superficies continuas, como por ejemplo el crosscap, y que por ser continuas no admiten dos cosas: no hay arriba y no hay abajo, no hay adentro y no hay afuera. Entonces, topológicamente existe lo éxtimo, que es a la vez lo más exterior y lo más íntimo.

A continuación, el docente retomó el texto del año 1919 “Lo siniestro” de Sigmund Freud. En este artículo Freud habla de que lo siniestro -lo unheimlich- a la vez produce angustia, es decir, están conectados. Para entenderlo es necesario recurrir a la literatura. El efecto siniestro angustiante es un producto de la ficción poética, sin pasar por una ficción no se produce. Por eso el objeto es un producto que está al final de la experiencia analítica, eso se produce. Lo que está al inicio es una señal, un afecto. Según Freud lo siniestro casi siempre coincide con lo angustiante en general. Lo siniestro es aquella suerte de espantoso que afecta a las cosas conocidas y familiares desde tiempo atrás, o sea que en ciertas condiciones las cosas familiares pueden tornarse espantosas.

A partir del artículo de Freud, el docente desarrolla aquello que el autor investigó con respecto al término Unheimlich y el que sería su antónimo Heimlich. Empezando por el segundo, nos encontramos con que tiene dos acepciones: en la primera heimlich es lo propio de la casa, no extraño, familiar, dócil, íntimo, lo que recuerda al hogar, y en su segunda acepción se trata de lo secreto, oculto, furtivo, clandestino. Todo lo que debiendo permanecer secreto, no obstante se ha manifestado. Freud sigue al filósofo alemán Schelling quien dice que heimlich posee una acepción en la cual coincide con su antónimo unheimlich. En tanto la palabra junta lo oculto con lo familiar. O sea que lo más familiar, cuando se manifiesta, aparece como siniestro. Su acepción evoluciona hacia la ambivalencia, entonces unheimlich es siempre una especie de heimlich.

Para continuar con el consejo de Freud, la clase continúa con un ejemplo de la literatura. A partir del libro de E.T.A Hoffmann, autor que se destaca en la literatura de lo siniestro, El hombre de la arena. El centro del cuento es el relato que escucha el protagonista, Nataniel, sobre el hombre de arena, que arranca los ojos a los niños que no duermen por la noche. Freud señala que aquí, ese relato coincide con la angustia infantil de ser privado de los ojos, con el miedo a quedar ciego sustituto frecuente ante la angustia de castración. En el cuento nos encontramos con una serie de sustitutos del padre en Coppelius (el jefe de su padre), Coppola (comerciante italiano vendedor de gafas) y el hombre de arena, como agentes de la castración. Dichos agentes aparecen cuando hay algo del orden del amor, de la pulsión. Hay algo familiar, la angustia infantil de castración, retorna como algo no familiar, no conocido por el protagonista.

Entonces podemos decir que seguimos parados en el punto donde empezó la clase donde la angustia- señal- aparece cuando se conecta con el suceso lógicamente anterior, que es en este ejemplo que toma Freud de la literatura, la angustia infantil de castración.

Este Seminario continuará los días viernes 31 de mayo y sábado 1 de junio. con la docente invitada Verónica Ortiz, psicoanalista de San Fernando, Buenos Aires. La clase tendrá por título “Lectura del Seminario 10: La angustia”, con la presentación de dos casos clínicos por psicoanalistas de la ciudad de Posadas.


(*) -SEMINARIO: LECTURAS DE FREUD-LACAN -Ciclo 2019- Organiza: Asociación de Psicoanálisis de Misiones -APM- y Red de Asociaciones Analíticas y Publicaciones Periódicas -AAPP.-

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Seminario "Lecturas de Freud-Lacan" (*)

Ciclo 2019.

"Angustia y Extimidad"

Tercera Clase: "Lecturas del Seminario X La angustia”


Docente invitado de la Red AAPP: Verónica Ortiz (Buenos Aires).

Reseña: Claudia Espínola

Los días 31 de mayo y 1 de junio, en la ciudad de Posadas se llevó adelante la tercera clase del seminario "Angustia y Extimidad" en la que Verónica Ortiz realizó una lectura del Seminario de La angustia de Jacques Lacan, en un recorrido que emuló el curso de un psicoanálisis.

En primera instancia, describió cómo se compone la Red AAPP e invitó al público presente a la tercera Jornada Anual que se realizará en el mes septiembre del corriente año en Buenos Aires, con la convocatoria de Enrique Acuña.

Hizo hincapié en la formación de los analistas, las instituciones y la política, en tanto que ésta sostiene la táctica y la estrategia. Citó a este respecto el artículo de Julia Pernía “¿Cuál es mi propio extranjero? Sobre Las inclinaciones criminales de la Europa democrática de Jean-Claude Milner” (Boletín Nombres -del psicoanálisis en movimiento, N° 45. Dossier Tempo, N° 10) donde esta última escribe: “una política de enseñanza y transmisión hecha deseo de lectura e investigación” -señalando que esta política se da la Red AAPP.

Luego planteó el contexto histórico-político en el que Lacan dicta el seminario antes dicho, último bajo los significantes de la Sociedad Francesa de Psicoanálisis (1953-1963) y ubicando a partir de allí una escansión que él nombrará como excomunión. En 1963 los alumnos y colegas de Lacan “lo estaban negociando” (Lacan, Jacques. El Seminario Libro XI Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis, clase 1).

Mostró la diferencia sustancial en la consideración de la angustia, entendida en el DSM IV como “trastorno de ansiedad” y por lo tanto algo de lo cual desembarazarse prontamente, y la política del psicoanálisis, que toma la angustia como señal de lo real, como operadora, algo que hay que atravesar.

Dio cuenta del modo en que Lacan dicta este Seminario, donde encontramos paradojas -haciendo alusión aquí a Las paradojas del objeto en psicoanálisis. Y se refirió a Vidas pulsionales, donde Acuña distingue la angustia como "afecto" y goce de la angustia como "efecto" luego de su atravesamiento en un análisis. Indica que el “objeto (a) requiere del deseo y la política del bricoleur –el analista– el que permite una invención única para cada caso (...)” 

Tomando palabras que Lacan utiliza en el seminario, planteó que al abordar la angustia teóricamente somos como unos funámbulos en la cuerda floja, que estamos buscando una llave que abra, como en un relámpago, algún saber posible de asir, en un recorrido en zigzag y con una vía de paso. Nos encontramos con callejones sin salida pero tenemos una linterna para iluminar y orientarnos en el laberinto. Verónica Ortiz mostró que así es el Seminario X, en tanto que en él asistimos a la construcción de lo que Lacan llamó su “único invento”: el objeto (a).

Para orientar la lectura tomó La angustia: Introducción al seminario X de Jacques Lacan (J.-A Miller) y realizó un punteo que implica un viraje entre una primer parte del seminario y una segunda, en relación a la construcción del objeto, la consideración de la angustia y el cuerpo (especular y “a-specular”).

A los objetos freudianos (oral, anal, fálico) Lacan agrega aquí el objeto mirada (escópico), y voz (invocante), de los cuales la docente delineó el objeto a mirada. Lacan supone un punto 0 (cero) cuyo despliegue en el campo de la visión es fuente de un apaciguamiento en la contemplación: hay ahí una suspensión del desgarro del deseo, donde coinciden el punto del deseo, que es objeto (a), con el punto de angustia.

Es así que es el campo en el que más resguardados estamos de la castración. Agrega que el campo escópico es también el campo de lo imaginario, de las significaciones compartidas y aclara que no se puede confiar en él en un análisis.

En este seminario Lacan hace referencia a la función de la circuncisión de los judíos en la economía del deseo en torno a cierta relación permanente con el objeto perdido, el objeto a en tanto que cortado, pieza suelta, que presentifica la relación esencial que hay con la separación en cuanto tal. Ese pedazo carnal arrancado de nosotros mismos es soporte de toda función de la causa de deseo. En este seminario Lacan construye el objeto (a); todavía muy ligado a las zonas erógenas freudianas. En ese sentido, “la libra de carne” que debe pagar al judío Shylock -El mercader de Venecia- convierte a Shakespeare en una referencia literaria en el tema.

Se destaca también que el seminario empieza indicando la angustia del analista (pág. 13) y finaliza con el deseo de aquél (última página), llevando las cosas más allá de la angustia de castración. La lectura que realizó Verónica Ortiz de este seminario apuntó a la política que orienta la enseñanza y la formación de los analistas, señalando el impacto en la doctrina y la clínica. Y muestra un pasaje de la angustia inicial al deseo del analista.

Al día siguiente, en la actividad de enseñanzas de los casos, presentaron Claudia Espínola y Aldana Macena, y fueron comentados por la docente. En ellos se verificó una función del control, las hipótesis del analista que permiten la orientación clínica y saltar “la materia bruta de la observación” para obtener cierto “orden y claridad” (S. X, pág. 97), como así también la puesta en tensión del saber de doctrina con lo que se perfila como único.-

(*) -SEMINARIO: LECTURAS DE FREUD-LACAN -Ciclo 2019- Organiza: Asociación de Psicoanálisis de Misiones -APM- y Red de Asociaciones Analíticas y Publicaciones Periódicas -AAPP.-




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(*) -SEMINARIO: LECTURAS DE FREUD-LACAN -Ciclo 2019- Organiza: Asociación de Psicoanálisis de Misiones -APM- y Red de Asociaciones Analíticas y Publicaciones Periódicas -AAPP.-