Estado de investigación: Sobre las adicciones. Por Sandra Cardozo

Módulo de investigación: Actualidad de la clínica. Respuestas a lo contemporáneo

Estado de investigación: Sobre las adicciones

Por Sandra cardozo


Quien en una época posterior de su vida vea
fracasados sus empeños por obtener la dicha,
hallará consuelo en la ganancia de placer
de la intoxicación crónica..”
(1)


La siguiente investigación tiene como objetivo rastrear en la vasta de literatura Freudiana, cuándo y ligada a que connotación aparece la palabra “tóxico” y “adicción”, para poder esbozar una aproximación a este tema; y a partir de ello, poder responder a la pregunta ¿Qué hace el psicoanálisis frente a las adicciones?
La búsqueda nos lleva directamente a "Histeria (1888)", Freud la describe como una anomalía del sistema nervioso, en el que un cuerpo extraño perturba la estabilidad psíquica provocando desborde en el cuerpo, entendiendo así a la histeria como una patología del excedente.
Retomando la noción de exceso, en el año 1890, Freud plantea la idea de la palabra como tóxico. Teniendo en cuenta las dificultades a la hora de tratar enfermos mediante la hipnosis por sugestión, ya que si bien, este procedimiento lograba levantar los síntomas, retornaban tiempo después, por lo que era necesario practicar nuevamente la sugestión. Esto llevaba a cierta dependencia del enfermo sobre la persona del médico. Así, la relación hipnotizado – hipnotizador, se torna tóxica debido a que el cuerpo del hipnotizado queda totalmente a disposición de la presencia y la sugestión del otro.
Posteriormente, podemos encontrar que Freud sostiene que “la masturbación es el único hábito que corresponde llamar adicción primordial” (2), siendo relevos de ésta las demás adicciones. Hipótesis que queda claramente plasmada en la histeria. Así, lo sexual aparece como algo tóxico, concebido por la sociedad como algo externo y extraño al cuerpo. También en “Neuropsicosis de defensa” encontramos la masturbación ligada a una suerte de adicción.
En 1898, sostiene que la masturbación no sólo podría provocar neurastenia, sino que además el paciente reconoce esta acción como un secreto vergonzoso. Es notable como este elemento que se presenta como secreto, está presente también la clínica de las adicciones. En este sentido, la masturbación se presenta como aquello que no se puede dejar de hacer, como exceso. En "Tres ensayos para una teoría sexual (1905)",afirma que la adicción remite a la fase oral del desarrollo, confirmando nuevamente la existencia de una relación entre la adicción y la masturbación infantil. En “Malestar en la Cultura”, Freud plante que el aparato anímico gobierna desde el principio de placer, pero que éste rápidamente entra en querella con el mundo que lo rodea. ¿Por qué? porque son irrealizables las disposiciones del “todo”. Así, el sufrimiento acecha desde tres perspectivas: desde el propio cuerpo, que no puede prescindir del dolor y la angustia como señales de alarma; desde el exterior, con fuerzas más potentes o desde los vínculos con otras personas.
Bajo la presión de estas posibilidades de sufrimiento, los seres humanos se ven obligados a transformar el principio de realidad. ¿Por medio de que? Sirviéndose de infinitos métodos para la evitación del displacer, pero el más interesante es aquel que procura influir sobre el propio cuerpo. Se refiere a estas sustancias como “quitapenas”.
Obtenemos así, que el método más eficaz para lograr este desprendimiento respecto de la realidad es el químico, más precisamente la intoxicación. Estas sustancias extrañas al cuerpo, provocan sensaciones placenteras, pero al mismo tiempo, alteran de tal manera el organismo, que vuelven incapaces de recibir mociones de displacer. Estos efectos son simultáneos. Freud, tiene la hipótesis de que en nuestro cuerpo también existe la posibilidad de que se hallen presenten sustancias que provoquen efectos similares, como en el caso de la manía. En "Duelo y melancolía (1917)" la intoxicación alcohólica se presenta ligada a los estados mentales maníacos. En la manía hay un relajamiento en el gasto de energía sobre la represión. En el alcoholismo la liberación de impulsos reprimidos se ve posibilitada por la toxina.
En “Sobre la cocaína” y “Coca” Freud realiza un minucioso estudio sobre esta sustancia, y pesquisa que aún manteniendo las dosis administradas de coca, los efectos son diferentes en cada persona, esboza así los factores psicológicos que subyacen a este fenómeno. También comprueba la variabilidad de las respuestas y la incidencia de múltiples causas.

Notas:

(1) Obras Completas Sigmund Freud. “El Malestar en la Cultura” 1930 (1929).Ed.Amorrortu
(2) O.C. “Carta 79 a Fliess. (22 de diciembre de 18997). Ed. Amorrortu.