APM/ RESEÑA DE LA CONFERENCIA A CARGO DE ENRIQUE ACUÑA EN EL HOSPITAL DR. RAMÓN CARRILLO

Asociación de Psicoanálisis de Misiones
-APM-
Curarse del lenguaje (con el lenguaje)
 – Psicoanálisis y Salud Mental-
Conferencia a cargo de Enrique Acuña
                                                                                                                      Reseña por Lorena Olmedo.

El pasado jueves 04 de Mayo, la Asociación de Psicoanálisis de Misiones, con el auspicio de la revista Fri(x)iones-entre el Psicoanálisis y la cultura- y del Instituto Oscar Masotta IOM2 -Delegación Posadas, organizó una conferencia que tuvo como invitado a Enrique Acuña y llevo por título “Curarse del lenguaje (con el lenguaje) –Psicoanálisis y Salud Mental-”  título extraído del libro Curarse del lenguaje – locuras y psicosis- (Enrique Acuña, compilador. Ediciones El Ruiseñor del Plata. La Plata, 2016) en la sala de residentes del Hospital “Dr. Ramón Carrillo” de la ciudad de Posadas. Participaron David Vandendorp y Claudia Espínola, miembros de la Asociación de Psicoanálisis de Misiones.


Enrique Acuña partió de la pregunta por el estatuto del lenguaje, haciendo un pasaje desde el descubrimiento freudiano del inconsciente de la mano de la histeria hasta las elaboraciones de la enseñanza de Jacques Lacan ya con la psicosis. En dicho pasaje señaló los encuentros en la clínica de Freud que permitieron pensar, en principio, a la histeria con el descubrimiento del inconsciente,  para luego continuar con el método en el estudio de las psicosis, con el libro escrito Memorias de un enfermo nervioso de Daniel Paul Schreber del cual elaboró un caso que enseña al psicoanálisis la estructura del lenguaje en la psicosis.
A partir de ello, Enrique Acuña subraya la enseñanza de Lacan por su entrada en la psicosis con su tesis sobre el caso Aimée “Una paranoia de autopunición”, distinción que marca las elaboraciones de Lacan y que permiten que el psicoanálisis pueda decir algo sobre la psicosis.De lo cual destacó que para Lacan en la psicosis no habría una pregunta por el Ser como si sucede en la Neurosis, sino más bien lo que hay es una realización del Ser en el lenguaje vía el delirio. El delirio aparece aquí como restitución que tiene una eficacia y una función que es curativa, permite al sujeto darse, lo que llamó, un "conector gramatical", unsignificante en lo real de lo simbólico que liga lógicamente el delirio y permite la elaboración de una metáfora delirante que podría producir la estabilización.
Al referirse a la lectura de Freud entorno a las Memorias de Schreber, indicó que la transformación que se produce desde el momento de la alucinación“Seria hermoso ser una mujer en el momento del coito” hasta la creación en el delirio“ser la mujer de Dios”permite, vía la construcción del alegato escrito por él mismo, su alta. Dicha transformación marca una acción performativa del lenguaje, se puede ubicar un conector ("ser la mujer...") que hay entre ambas y que es una invención del sujeto. En Schreber la creación del neologismo “almicidio” tiene un sentido singular pero al cual se le atribuye una intencionalidad y permite la relación a un Otro que intenta localizar y que en una primera instancia se presenta en la figura de su médico Flechsig. Schreber construye una nueva frase que hace de puente, que como plomada lo sujeta al discurso, es decir, posibilita una significación delirante como único lazo imposible de socializar.
Se puede extraer que ese conector implica una transformación lingüística de una frase que cambia la vida del sujeto, por ello Enrique Acuña planteó la pregunta si alguien puede curarse del lenguaje invasor que hay en la alucinación por "otro lenguaje" estabilizador que hay en el delirio. Para responder a ello invitó a la lectura de la elaboración realizada por Jacques Lacan, quien propone orientarse por la verdadera huella clínica de la experiencia analítica que es el síntoma”.
Otro interrogante que formuló es el de si hay un tratamiento posible en la psicosis o si el mismo quedaría reducido solamente a la acción de un medicamento, a lo cual propuso que sibien en un primer momento alucinatorio resulta necesario la irrupción de las voces que ubican al sujeto como puro objeto del goce del Otro, en un segundo se podría producir la restitución delirante y el sujeto ya no queda reducido a objeto sino que está implicado en la frase que construye como conexión lógica. De modo que habría un tratamiento posible para la psicosis siempre que se acompañe la restitución delirante desde el lado de ser quien escucha el testimonio de lo que se revela al sujeto, es decir, la creencia de que la invención de una frase, una significación nueva que conecte, puede transformarvía el delirio, la vida de alguien. En contrapunto situó a  James Joyce quien nunca estuvo clínicamente"loco" sino que logro un "escabel sublimatorio" vía su nombre posterior a su escritura.

Al finalizar la actividad y a partir de los comentarios realizados por Claudia Espínola y David Vandendoorp, el conferencista se detuvo a conversar con los presentes-practicantes del campo de la salud mental sobre la situación actual de la presentaciones en el hospital de las locuras y psicosis.-